REBELARSE A LOS PESIMISTAS DE PROFESIÓN
Por RODOLFO GONZÁLEZ SARRELANGUE
“No permitiré que nadie camine
por
mi mente con los pies sucios”
Mahatma Gandhi
“No es tan
fácil”, frase favorita de los pesimistas de profesión, quienes solo ven
aspectos negativos en todo y se rebelan a aceptar o ver cualquier indicio
positivo. Son los principales promotores de que la gente se sienta mal.
Si bien es cierto que no vivimos
el mejor momento, estas personas son aquellas que puedes identificar como las
que venden remedios, pero para ellas no tienen ninguno.
Cuando alguien te aconseje en
sentido negativo, obsérvalo y trata de encontrar congruencia entre lo que te
dice y lo que hace.
Alguien afirmó: “si crees que
puedes, tienes razón; si crees que no puedes, también tienes razón”
La vida es tan fácil o
complicada como queramos hacerla o verla. Es cierto que nadie sabe el peso de
la loza, salvo el que la carga, pero los verdaderos límites se reflejan en
nuestras creencias, ideas preconcebidas y hábitos, como los principales
obstáculos para avanzar.
Hay una frase muy socorrida
de los fanáticos del pesimismo o del determinismo: “árbol que nace torcido,
nunca su tronco endereza” Frase muy cierta, para un árbol, pero no para un ser
humano, pues incluso en las peores circunstancias, y hasta el fin de nuestros
días, siempre tendremos la posibilidad de cambiar, corregir o mejorar
nuestras actitudes.
De hecho la gente negativa no
es mala per se, sino que, en efecto, piensa que la vida no es tan fácil y los
demás son exageradamente positivos, ingenuos o no se conocen lo suficiente.
La verdad es que están tan
acostumbrados a pensar mal que no contemplan alternativas de pensamiento claro.
A riesgo de que se me tache de excesivamente positivo o iluso, en realidad la
vida se nos ha entregado sencilla, pero nosotros nos hemos encargado de
complicarla, sin darnos cuenta.
Ante las circunstancias de la
vida, tanto los receptores como los adoradores del “no es tan fácil”, para
sanar debemos cambiar, pues éste es un viaje que exige transformación y no se
trata de quererse más, sino de quererse mejor
Cierto es que el entorno,
como en este caso la pandemia, la situación económica, las condiciones de inseguridad,
las noticias que refuerzan que no solo México, sino el mundo, están en caos y
son materia prima para que los miembros del club “no es tan fácil” puedan
cosechar adeptos.
Hay una diferencia entre
crisis y oportunidad y en nuestro país se han dado ejemplos de gente que
decidió incursionar en la venta de cubrebocas, gel desinfectante, caretas y
todos los aditamentos para protegernos que actualmente existe mercado para
todos, desde la sencilla venta de caretas y cubrebocas sencillos, por internet,
hasta los artículos de lujo con incrustaciones de pedrería fina o de
fantasía, en locales con cierta exclusividad.
Existen otras personas,
hombres y mujeres, dedicados a la entrega de alimentos o mercancía a domicilio,
quienes han encontrado un modus vivendi.
De hecho muchas personas han
logrado cambiar su vida y dejado todo atrás para crearse un presente con miras
a futuro. Comparativamente, otras, en igualdad de circunstancias se mantienen
atadas a una existencia que no les satisface, por el simple hecho de que creen
en el “no es tan fácil”, porque se han rendido antes de la batalla.
Esa frase encierra un miedo y
resistencia al cambio. También se presenta una actitud derrotista, pues al
considerar la dificultad del camino y su complicación, es mejor no emprenderlo.
Existe también una visión
egocéntrica en la cual cada quien se considera irrepetible y único. De hecho,
somos muy parecidos a los demás, pero en lo que nos diferenciamos es en la
forma de enfrentar situaciones adversas. Al fin y al cabo, todo es cuestión de
perspectiva.
Es necesario dejar de pensar
en términos de pérdida. En el renglón de las ventas, quien se dedica a ello
sabe que el No lo tiene garantizado. Su tares es convertirlo en Sí.
De aquí los apegos que,
generalmente, llenan nuestra mochila vital de situaciones, cargas emocionales o
incluso cosas materiales que aumentan considerablemente el peso de la carga.
Aquí es donde debemos detenernos a pensar en qué necesitamos realmente y elegir
sabiamente el cargamento para el resto del viaje vital.
A lo anterior le denominan
algunos especialistas como “limpia tu closet”, para dejar exclusivamente lo que
sí utilizamos, pero es necesario deshacerse de ropa o accesorios que hace años
no usamos y, en lo referente al aseo de nuestro closet mental, es bueno considerar
el abandono de ideas limitantes, temores aparentes, indecisión y el deseo de
postergar.
Alguien estableció la
diferencia entre la gente exitosa y la que no lo es: los primeros no tienen
excusas y los segundos tienen todos los pretextos del mundo.
Según el psicólogo Marco
Rosas, de Terapia en Línea, es fundamental asumir lo difícil como un reto.
Plantea que para lograr grandes cosas, es necesario hacer algunos sacrificios y
esforzarse. Siempre habrá obstáculos en el camino, pero son esas barreras las que
permitirán el crecimiento personal.
El especialista recuerda que
no maduramos con los años, sino con los daños y hay que aprender a asumir los
obstáculos como desafíos, como oportunidades para crecer. Namasté. Yo
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