Trabajo extra para la Corte
Para Contar
Arturo Zárate Vite
EL expediente llegó a la
Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) por el cúmulo de graves
violaciones a los derechos humanos durante el desarrollo del proceso penal.
Tiene el número 246/2023.
Si todos los juzgadores que
han intervenido en este caso hubieran actuado con honestidad, conforme a
Derecho e imparcialidad, hace varios años que estuviera cerrado.
Sigue abierto a pesar de que
el imputado obtuvo dos resoluciones de inocencia de distintas autoridades y la
contraparte, notificada personalmente, nunca apeló en el plazo establecido por
la ley.
Fuera de tiempo, sin respetar
el principio de definitividad, el Séptimo Tribunal Colegiado en Materia Penal
del Primer Circuito en la Ciudad de México, reabrió el proceso.
El tribunal incurrió en error
jurídico que no prescribe; lo cometió por encima de sus propios criterios
establecidos por unanimidad. Perdió la línea recta que debe caracterizar su
desempeño. De ser corregido, quedará firme la resolución de inocencia.
Hay consenso de la sociedad de
luchar en defensa de las mujeres. Lo que no se vale es utilizar esta bandera
para lastimar inocentes.
Tampoco la mentira puede ser
admitida como directriz para impartir justicia con perspectiva de género.
Mucho menos utilizar el
sistema de justicia para perseguir y agredir al periodista acusado.
El caso amerita revisión
exhaustiva, porque entre las agravantes están la tortura y la violación al
artículo 19 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. El
juzgador no resolvió la situación jurídica del detenido en las 72 horas que
marca la ley.
Además, fue internado en el
penal de máxima seguridad de El Altiplano, como si fuera uno de los
delincuentes más peligrosos de nuestro país, por un supuesto delito que no
cometió.
La Recomendación de la
Comisión Nacional de los Derechos Humanos 27/2013 revela detalles de los
atropellos que deberán de considerarse para que prevalezca la justicia.
El Órgano Interno de Control
de la misma CNDH investigó imputación contra quien hace más de 10 años se
desempeñaba como vocero de dicha comisión nacional. Nunca encontró nada que
pudiera tipificarse como delito, mucho menos hostigamiento o abuso sexual.
Hay juzgadores que han
ignorado graves contradicciones de la parte acusadora, como si respondieran a
la consigna de encerrar al periodista, por lo que sea y como sea.
En diciembre pasado lo intentó
la magistrada Graciela Guadalupe Rodríguez Escobar, del Primer Colegiado de
Apelación en Materia Penal. Dio por concluido el proceso y ordenó ejecutar
sentencia.
La cautela del juez Alfredo
Silva Juárez, titular del Juzgado Primero de Distrito de Procesos Penales
Federales en la Ciudad de México, evitó atrocidad mayúscula; no procedió con la
celeridad que seguramente esperaba la magistrada. Se tomó el tiempo que le daba
la ley y, en ese lapso, Guadalupe Rodríguez Escobar se vio obligada a
rectificar.
Pretendió brincarse, sin
éxito, al máximo tribunal.
Los excesos a lo largo del
proceso ahora se han traducido en trabajo extra para la Suprema Corte.
La ministra presidenta Norma
Lucía Piña Hernández firmó el acuerdo que admitió el Recurso de Revisión.
Se turnó el caso al ministro
Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, quien elaborará proyecto de dictamen que en su
oportunidad evaluarán y votarán integrantes de la primera sala de la SCJN.
@zarateaz1
arturozarate.com
Youtube: Arturo Zárate
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