Los caminos de Xóchitl
Para Contar
Arturo Zárate Vite
Desde hace varios años la
senadora Xóchitl Gálvez Ruiz tiene puesta la mirada en el camino que conduce a
la candidatura de la oposición para competir por la jefatura de gobierno de la
Ciudad de México.
Todo lo que ha venido
haciendo, en ese sentido. Lo ha dicho y repetido en diversas ocasiones.
Más a su favor los resultados
de encuestas que la colocan entre los primeros lugares, sin estar en campaña y
sin pagarlas, con solo hacer su trabajo como senadora de oposición, dentro de
la bancada del PAN.
Sin embargo, ya le abrieron
otro camino, los “amigos”, que ella para nada había considerado.
Incluso, cuando en una rueda
de prensa alguien se lo sugirió, respondió de inmediato que para la presidencia
no estaba preparada, que primero sería jefa de gobierno en la CDMX. Después,
con experiencia de gobierno, buscaría la candidatura para llegar a Palacio
Nacional.
Los “amigos” le han dicho que
sería una excelente candidata a la presidencia, por su perfil, por ser entrona,
por su simpatía natural, por ser auténtica, por su experiencia y capacidad.
También la han puesto a
reflexionar con la advertencia de que podría quedarse como “el perro de las dos
tortas”, sin ninguna de las opciones, porque en el partido azul hay otros
planes y otros aspirantes para la ciudad.
Además, no tiene credencial de
militante y la dirigencia nacional preferiría a quienes poseen carné azul.
La realidad es que en la
Ciudad de México hay demasiados intereses, negocios y compromisos en los que no
encaja el historial de Xóchitl. Ha sido y es severa con quienes no respetan el
uso del suelo. Intransigente con los que pecan de corrupción y partidaria de la
aplicación de la ley.
Podrían decir que la realidad
es la misma a nivel nacional, con el pequeño de detalle de que Xóchitl tiene
muchas más posibilidades de convertirse en jefa de gobierno que en presidenta
de México.
Valga la analogía, es como si a la velocista Ana Gabriela Guevara, exitosa en la pista para los 300, 400 y hasta 800 metros, le hubieran sugerido, con el argumento de que era excelente para correr, que le entrara al maratón de 50 kilómetros. Hubiera sido un fracaso deportivo.
Lo mismo con Fernando
Valenzuela, que en sus mejores tiempos le hubieran dicho que eres tan bueno
como pitcher en el beisbol que ahora te vas a dedicar solo a ser el bateador
designado, porque lo tuyo y especialidad es botar la pelota fuera del parque.
O que a Rubén “El Púas”
Olivares, campeón mundial en peso gallo, le hubieran dicho algo parecido.
Éntrale a la pelea con los pesos completos, porque eres muy rápido y pegas muy
duro.
Es lo que pasa con la senadora
Xóchitl Gálvez, es quizá la mejor para competir en la Ciudad de México, nada
más que sus “amigos” la quieren ver en pos de la candidatura presidencial.
Al final la decisión la tomará
la senadora. Deberá de ampliar la reflexión y hasta considerar otras
alternativas para alcanzar su objetivo. Podría ser candidata independiente en
la CDMX o analizar la viabilidad de que sea nominada por Movimiento Ciudadano.
Y si no se dan las condiciones
para tomar la alternativa que ella quiere y no la que le pretenden imponer,
todavía le quedaría buscar transitar por el camino que la lleve a reelegirse en
el Senado.
Ella tiene la última palabra.
https://www.youtube.com/@arturozaratev
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