DESASTRE EN LA EDUCACIÓN
ROMPECABEZAS
POR ABEL LUNA ESPINOSA
HOY TENER MÁS de un grado académico no es garantía plena de bienestar económico para quienes se han esforzado durante años para llegar a ese objetivo. En otras palabras, la movilidad social se ha estancado desde hace varias décadas.
La voz de alarma proviene del
doctor Christian Gabriel Ríos Rodríguez, quien durante la presentación del
libro “El futuro de la educación superior en México” ante senadores de la
República, insistió en la importancia de revertir este proceso que ha generado
miles de alumnos frustrados por no encontrar empleo adecuado a la terminación
de sus estudios y sea remunerado adecuadamente.
Para ilustrar el desastre
educativo de estos momentos el investigador precisó que de 100 personas que
inician la primaria solamente 37 llegan a la universidad,19 logran terminarla y
de ellos ¡sólo 6 pueden encontrar empleo en donde puedan ganar 12 mil pesos!
Inclusive hay adultos mayores
que tienen más conocimientos que sus nietos; por ello es impostergable la
acuciosa revisión de la curricula en general de las universidades porque es muy
claro su desfasamiento frente a las competencias laborales al salir de las
aulas.
En ello coincide la doctora
Guadalupe Valenzuela Ríos, exrectora de la Universidad Virtual del Estado de
Guanajuato, quien también estando en la tribuna senatorial, subrayó la
obsolescencia de los programas de estudio cuando los egresados se enfrentan a
las necesidades del mercado laboral.
Otro gran desafío que apuntó
la especialista es la necesidad -permanente- de darles a los universitarios las
“herramientas” teóricas y prácticas para que “aprendan a aprender” porque,
dados los avances de las tecnologías y la enseñanza a distancia el aprendizaje
cada día irá siendo más digital que presencial.
El doctor Alberto Almaguer
Rocha, consultor especializado en el sector educativo, apuntó la importancia de
tener números realistas y actualizados constantemente para la adecuada
planeación.
La calidad, la pertinencia y
la investigación seguirán siendo las prioridades en todos los sistemas
educativos y ello no se logra de la noche a la mañana.
ESTE MARTES SEGURAMENTE habrán
festejado los integrantes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la
Educación porque la promesa presidencial de echar abajo la Reforma Educativa
del sexenio pasado (en octubre de 2018) ya se hizo realidad plenamente con el
anuncio de la secretaria de Educación Pública, Leticia Ramírez Anaya, en el
sentido de que ya han sido reintegrados el 95 por ciento de los maestros
despedidos con la aplicación de la reforma ocurrida en la administración del
presidente Enrique Peña Nieto.
Aunque en sus informaciones no
dio el dato exacto de cuántos han sido reubicados en sus actividades
magisteriales; en sintonía con el estilo de nunca ser precisos y en consonancia
con los usos y costumbres impuestos a todas las secretarías.
AHORA SÍ, TODO parece indicar
que en breve el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard Casaubón,
será el primero en presentar su renuncia para dedicarse de lleno en la búsqueda
de la candidatura presidencia por el Movimiento de Regeneración Nacional
(MORENA) con vistas a las elecciones del año próximo.
Así, como otros suspirantes a
la Máxima Magistratura del país siendo los casos de Claudia Sheinbaum, Adán
Augusto López y Ricardo Monreal, el experimentado político entrará a las
sesiones de su partido y ha dicho que asumirá las decisiones que sus compañeros
precisarán para la definición de la candidatura.
Por el otro lado, entre los
partidos Revolucionario Institucional, Acción Nacional y el de la Revolución
Democrática, “la caballada está muy flaca” y hasta el momento ni siquiera se han
puesto de acuerdo para la definición de su candidato a la presidencia, y aún
más después de los resultados de las votaciones del domingo pasado en el Estado
de México.
En este momento cabe
preguntarse: ¿son necesarios tantos partidos políticos en el escenario
nacional? ¿para que queremos agrupaciones en donde sólo sus dirigentes se
mueven y apuntan, sin dudarlo, a sus intereses personales, de grupo y
partidistas?
La pulverización de partidos
ha generado, entre otras consecuencias, el desconcierto de la ciudadanía para
definirse claramente por quién votar en el momento de su llegada a las urnas y
después asumir el coraje y la molestia de que muchísimos aspirantes de hoy sólo
hacen campañas en busca del voto, pero al lograr el triunfo se olvidan
completamente de sus compromisos.
Me parece que es el momento de
la revisión a fondo de los financiamientos a los partidos políticos, porque si
el agarrón entre candidatos ha sido casi feroz en muchos casos luego hacen “alianzas”
y los recursos aplicados quedan diluidos en la fase de campañas.
En consecuencia, hasta el
momento las actitudes de quienes integran el Consejo General del Instituto Nacional
Electoral han sido de discreción y cautela en las declaraciones de sus
integrantes, como no ocurrió en el pasado inmediato. ¡Y qué bien que así sea!
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