PODERES IMPERFECTOS
Para Contar
Arturo Zárate Vite
Solo la muerte no tiene remedio. Quien ha
perdido la vida, ya no hay forma de revivirlo. De ahí en fuera, por muy
complejo y enconado que se encuentre un asunto o conflicto, puede resolverse,
sobre todo cuando en ambos lados y de manera unilateral se han hecho llamados
al diálogo.
¿Qué no el coordinador de la mayoría en la
Cámara de Diputados, Ignacio Mier, visitó a la presidenta Norma Lucía Piña
Hernández?
Lo hizo para hacerle la invitación personal
para que asistiera a las conclusiones del conversatorio que organizaron los
diputados sobre la necesidad de una reforma judicial y una nueva forma de
elegir a juzgadores.
No fue la ministra. En su lugar asistieron los
ministros y ministras Javier Laynez Potisek, Yasmín Esquivel Mossa y Loretta
Ortiz AHlf. Se reunieron con diputados integrantes de la Junta de Coordinación
Política. Ahí estuvieron legisladores de todos los partidos. Prevaleció el
respeto. No hubo insultos ni desaires.
El diputado Mier también hizo pública
invitación a la Corte para platicar sobre los fideicomisos que tiene el Alto
Tribunal y que están a punto de ser eliminados. Cuando ya los diputados habían
tomado la decisión del tijeretazo, tarde decidió acudir la representación de la
oficialía mayor del poder judicial.
Por la relevancia del tema, ameritaba que un
ministro o ministra se hubiera acercado a los legisladores, al fin de que lo
cortés no quita lo valiente y el diálogo no significa la rendición de un poder
hacia otro. No fue ninguno. Como era de esperarse, las posiciones se han
radicalizado.
Los diputados actuaron en base a información
que recibieron del mismo poder judicial de la federación. Hay juzgadores que no
están conformes con lo que ocurre al interior de la institución y por supuesto
que han filtrado datos, porque de otra manera no se explicaría la seguridad y
certeza con la que hablan diputados sobre los famosos fideicomisos.
El ministro Javier Laynez Potisek (en
entrevista radiofónica del programa de Ciro Gómez Leyva) cuidó su lenguaje, fue
cauto. Sin entrar en descalificaciones, planteó la conveniencia del diálogo.
Si todas las partes quieren dialogar, pues a
sentarse y ponerse de acuerdo. Todavía falta que se desahogue la instancia del
Senado.
Lo peor es que por este pleito, los más
perjudicados, son los que menos culpa tienen.
En nuestro país es de sobra conocido que la
justicia no es pronta ni expedita, aunque lo diga la Constitución. La realidad
es distinta. Si en tiempo normales, la sociedad sufre el retraso y lentitud de
los procesos, además de la cuestionada imparcialidad de juzgadores, con un
conflicto entre dos y hasta tres poderes, la esperanza de justicia se empatana.
La culpa es compartida ante la falta de
voluntad de los protagonistas que solo ven la paja en el ojo ajeno. La
autocrítica es sana, para mejorar. Es lo que debe de caracterizarlos.
Ninguno debe olvidar ni perder de vista que se
les paga con dinero del pueblo para que hagan su trabajo en beneficio del
pueblo.
Basta ya de comportarse como si fueran dioses
que no se equivocan y todo lo merecen.
Más vale que empiecen a mirarse en el espejo y
se den cuenta que ninguno es perfecto.
Los tres, Ejecutivo, Legislativo y Judicial,
están lejos de que su trabajo sea impecable, la corrupción merodea sus
espacios, así que mejor hagan lo que la ley y la sociedad les ordenan, por el
bien de México.
https://www.youtube.com/@arturozaratev
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