CAMBIO CLIMÁTICO, RESULTADO
DEL DESARROLLO
DESIGUAL E INSOSTENIBLE:
BÁRCENA IBARRA
La embajadora de México en
Chile, Alicia Bárcena Ibarra, participó junto con la socióloga y jurista
españolas Cristina Monge Lasierra y Teresa Ribera Rodríguez, respectivamente,
en el Primer Coloquio Internacional: La Humanidad Amenazada, ¿Quién se hace
cargo del futuro?
Los trabajos del Coloquio este
día se realizaron en la FES Acatlán y fueron coordinados por su director Manuel
Martínez Justo
La región de América Latina y
el Caribe es altamente vulnerable al cambio climático, pese a su baja
contribución a las emisiones globales de contaminantes, que representan ocho
por ciento, por ello “debe contar con políticas de recuperación”, afirmó la
embajadora de México en Chile, Alicia Bárcena Ibarra.
Al participar de forma remota
en el Primer Coloquio Internacional: La Humanidad Amenazada, ¿Quién se hace
cargo del futuro?, con el tema Cambio climático y desarrollo local sustentable
-coordinado y moderado por Manuel Martínez Justo, director de la FES Acatlán-,
la diplomática expuso que el cambio climático es resultado de un desarrollo
desigual e insostenible.
Asimismo, comentó que la
mitigación y la adaptación son inevitables y tienen beneficios para la
transición climática. “Las propuestas de acción climática identifican políticas
para sectores estratégicos que reducen emisiones, crean empleos y potencian inversiones”.
Se han superado cuatro de los
nueve límites ecológicos hasta ahora propuestos: el cambio climático, con
concentraciones atmosféricas de dióxido de carbono de 413 partes por millón, en
vez del límite de 350; la extinción de especies y pérdida de la biodiversidad,
que debería mantenerse en 90 por ciento y solo en África llega a 84 por ciento;
la adición de fósforo, nitrógeno y otros elementos a cultivos y ecosistemas; y
la deforestación y uso del suelo, que hoy ha destruido 62 por ciento de los bosques
originarios, cuando el compromiso era mantener al menos 75 por ciento, refirió
Bárcena Ibarra.
Al hacer uso de la palabra, la
socióloga y politóloga de la Universidad de Zaragoza, España, Cristina Monge
Lasierra, sostuvo que “el principal desafío que tiene en estos momentos la
humanidad es ver cómo hacemos frente al cambio climático, un evento que lo
cambia todo y que muestra contradicciones en el diagnóstico cuando enfrentamos
esa crisis en clave política”.
Durante el evento -organizado
por el Programa Universitario de Gobierno (PUG) de la UNAM y el Instituto de
Gobernanza Democrática de España, celebrado en la Facultad de Estudios
Superiores (FES) Acatlán-, externó que el reto no es el planeta, que tiene
diversas formas de resiliencia. “El problema es que si los límites ambientales
se superan, la que está realmente amenazada es la humanidad”.
Ante Eduardo Robledo Rincón,
coordinador del PUG, apuntó que la crisis climática es un problema complejo
para el que las democracias no están preparadas. “Es también una agravante de
problemas preexistentes como la desigualdad económica, la desigualdad de género
y el incremento de conflictos como la lucha por los recursos”.
El calentamiento global
perjudica a los más pobres, principalmente al 90 por ciento situados en el
sudeste asiático y Pacífico, así como en el África subsahariana, zonas de alta
migración mundial.
El principal reto de la
transición ecológica es la gobernanza y se requiere una democracia preventiva,
anticipatoria y de prospectiva, estimó.
Propuso se considere que
ninguna transición es lineal, se requieren administraciones que incorporen el
conocimiento al servicio del desafío; además de estructuras transdisciplinares,
transectoriales y transterritoriales.
En su oportunidad, Teresa
Ribera Rodríguez, vicepresidenta tercera y ministra para la Transición
Ecológica y el Reto Demográfico del Gobierno de España, resaltó que los seres
humanos somos animales sociales y lo suficientemente inteligentes para
anticipar algunos de los problemas y evitar que lleguen a materializarse.
En un video grabado, la
jurista y política se pronunció a favor de la mitigación de problemas
ambientales, para no dejarlos a las próximas generaciones. En la discusión
ambiental es clave el debate social para implicarse en las soluciones.
Ribera Rodríguez aseveró que
en el asunto de la crisis climática no solamente importan los efectos
naturales, sino propiciar cambios culturales y de comportamiento, porque es
fundamental el factor humano en la resolución de la crisis en la materia.
Enfatizó que en el campo
energético está gran parte del problema ambiental, por lo que se deben
transformar los sistemas energéticos, además de gestionar los usos del suelo,
que también permanece en estado crítico.
“El debate social ante estos
asuntos, el debate público, es determinante. Mezcla los valores éticos, el
estado de conocimiento y las soluciones técnicas que pueden aportar
alternativas reales. También necesitamos dedicar recursos económicos para poder
contar con alternativas sustentables dentro de algunos años”, argumentó.
Las conferencistas
coincidieron en que los desafíos incluyen también modificaciones culturales y
de comportamiento que tocan las democracias, los modelos económicos, las
desigualdades sociales y la toma de decisiones.
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