En busca de la paz interior
Por Rodolfo González Sarrelangue
Especial para Grupo Páginas Poderosas
Una persona sin paz
interior estará en guerra con el mundo entero.
Mahatma Gandhi
Uno de los padecimientos más
frecuentes en esta época de pandemia es el estrés, acompañado de ansiedad y
preocupaciones por el encierro forzado y la falta de herramientas para
superarlo.
Es interesante el hecho de que la
gente reconoce que está fuera de control y es susceptible de dejarse llevar por
la ira. Lo curioso es que cuando les hablo de paz espiritual y la posibilidad
de conseguirla por iniciativa propia, las respuestas frecuentes son: “no es tan
fácil”, “en teoría es posible, pero en la práctica no”.
El pretexto invariable es que no
tenemos tiempo para dedicarlo a la paz interior, porque nos movemos más hacia
el exterior. En los cursos que he dado sobre Chi Kung, Taichi, ChinNa o Yoga,
es evidente cómo llega la gente con el ceño fruncido, tensión manifiesta
corporal y una justificación al ajetreo de la vida y después de una sesión les
cambia el rostro y es evidente su bienestar.
En sí, no se requiere de mucho tiempo
para destensarse, pero estamos acostumbrados a que la tensión se apodere de
nosotros que no concebimos momentos para recuperar la paz y volver a
estabilizarnos.
Entre los remedios a nuestra mano
están los mudras o manejo de energía a través de las manos, la respiración, el
yoga y las ásanas, entre otros. El requisito es disponerse a dedicarnos tiempo
y entender que de nuestra estabilidad depende el desempeño laboral.
En general he encontrado que muchas
personas tienen la compulsión a estar en movimiento e inventarse actividad para
demostrar y demostrarse que tienen tanto trabajo que no disponen de tiempo para
poner remedio a su estrés. A cambio, se vuelven clientes de sustancias para
evitar colitis, tranquilizantes, bebidas alcohólicas, cigarro o drogas como la
marihuana, pastillas y cualquier remedio externo.
Esa supuesta falta de tiempo, más por
desconocimiento, lleva a la gente a justificar su malestar como un requisito de
un trabajo estresante. Sin embargo, no se requiere de horas de ejercicio o de
práctica para disciplinas como la yoga, la meditación, la respiración o los
mudras.
El yoga activa el sistema nervioso
central y se trata de posturas que comprenden la respiración, la relación y la
concentración.
Incluso es tal el avance de esta
disciplina que no se requiere de un lugar especial, sino que se puede poner en
´práctica en la propia oficina. Por ejemplo, puede disponer de cinco minutos en
los cuales entrelaza sus manos, estira los brazos hacia arriba y los baja hacia
el frente, curvando la espalda. La técnica es sencilla: inhale y estire los
brazos hacia arriba, retenga su respiración unos cuatro segundos y expire con
los brazos hacia el frente y curve su espalda. Haga esto unas cuatro veces.
Sugerencia adicional: visualice que
cada que inhala mete energía en su cuerpo y la lleva hacia donde algo le
moleste; cuando exhale, visualice que suelta lo que le hace daño.
Otro auxiliar para superar el estrés
en su centro de trabajo es la meditación y tampoco requiere de mucho tiempo. Si
puede tómese cinco o diez minutos para estar tranquilo y deshacerse de todo lo
que genera inquietud y tensión.
Para poner en práctica la meditación,
concéntrese en su respiración y en su cuerpo. Durante ese tiempo evite pensar
en cualquier actividad. Solo escuche su respiración. Si le es posible, cierre
los ojos e imagine que al respirar mete energía a su cuerpo, como en el yoga, y
al exhalar suelta la tensión.
Con la meditación se puede poner en
práctica un mudra muy sencillo que es unir las yemas de los dedos pulgar e
índice y estirar los tres dedos restantes.
A reserva de que se documente más
sobre yoga y meditación, si se ponen en práctica estas dos sugerencias serán
benéficas para su paz interior. En consecuencia, los ataques de estrés,
ansiedad y tensión disminuirán y el bienestar experimentado le convencerá de la
importancia de escuchar su cuerpo y con pocos minutos que dedique a su
bienestar, el rendimiento laboral también será evidente.
Recordemos que las empresas o
instituciones seguirán vigentes con nosotros, sin nosotros y a pesar de
nosotros. Por ello es conveniente pensar en nuestro bienestar, porque nadie lo
hará por nosotros. Namasté. Yo
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nos dará mucho gusto nos escriba sus comentarios, siempre los tomaremos en cuenta